Este método se utiliza en medicina estética, por ejemplo, para aliviar los signos del envejecimiento estimulando la regeneración de la piel, que disminuye gradualmente con la edad.
De hecho, con el paso de los años, nuestra piel pierde firmeza y luminosidad. Los factores de crecimiento son capaces de estimular la producción de colágeno, mejorar la vascularización, previniendo y retrasando así el envejecimiento.
Por lo tanto, el tratamiento está indicado para la prevención y el cuidado del envejecimiento cutáneo, así como para lesiones tisulares causadas por la fotoenvejecimiento.
Cabe señalar que la terapia de PRP es aplicable a diversas necesidades y campos, como la ortopedia, la dermatología, la estética, la medicina deportiva e incluso la odontología.